Tras ser uno de los valores más alcistas de 2016 (y de 2015 y 2014), Gamesa ha comenzado el ejercicio con mucha fuerza y parece dispuesta a volver a su zona de máximos anuales una vez disipada la desilusión tras la victoria de Donald Trump en las elecciones estadounidenses (un personaje que parece poco preocupado por el cambio climático).
Si nos fijamos en el gráfico de Gamesa observamos como la corrección, pese a su virulencia, ha sido proporcional a la subida previa con origen en la zona de 15 euros (nivel de Fibonacci del 61,8 % de corrección como puede verse en este gráfico) y desde entonces el valor ya ha logrado dejar 2 máximos y 2 mínimos crecientes, lo que deja la tendencia alcista tan viva como siempre pese a cotizar todavía lejos del máximo anual de 22 euros.
Hoy Gamesa ha roto la segunda resistencia en su periplo alcista y aparentemente tiene vía libre hacia la zona de 22 euros, aunque aquellos que cuentan los beneficios antes de calibrar los riesgos deben saber que comprar ahora obliga a situar un stop loss en la zona de 17,30 euros.
Gamesa ha vuelto, aunque probablemente no se había ido nunca, alcista hasta que los fríos gráficos demuestren lo contrario, y en ocasiones (como esta) no basta con una caída del 25 %.
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