Fracasó estrepitosamente la salida a bolsa de Telxius y la tentativa alcista de Telefónica hizo lo propio, en un mal momento, pues la operadora ha dejado en el gráfico dos máximos decrecientes, un hueco (ahora mismo de ruptura bajista) justo cuando lograba por primera vez en un año un cruce del oro...
con la media móvil de 50 sesiones cruzando a la de 200, una señal típicamente alcista que en esta ocasión tiene toda la pinta que quedará en agua de borrajas, sobre todo si acabamos la sesión por debajo de 9 euros.
Personalmente creo que los dirigentes de Telefónica, además de sacar a bolsa una parte de la filial británica O2 para reducir deuda, harían bien en "volver a la realidad" y centrarse en lo más importante en estos tiempos de incertidumbre, reducir su abultada deuda, y si para ello debe llevarse la retribución al accionista en forma de dividendo a 40 o 50 céntimos pues que así sea. La reducción de la deuda es a corto y medio plazo la prioridad.
Para aquellos que no comprenden las razones del fracaso de Telxius les diría que repasaran un poco la historia de las OPV de la operadora, Telefónica está pagando el lamentable resultado para los inversores de las anteriores colocaciones de filiales; comenzando por Terra a la que la propia Telefónica hundió haciéndole la competencia en la venta de ADSL. El resto de fracasos son de sobra conocidos (Telefónica Móviles, TPI...), con tamaña retahíla de OPV fallidas (para el inversor que no para la matriz) es lógico que ningún inversor (institucional o particular) se atreva de comprar acciones de Telxius a los precios que se quería colocar.
Cualquier mejoría técnica a corto plazo pasa por rellenar el hueco dejado el viernes en la apertura y recuperar la zona de 9,50 euros. En el medio plazo solo la ruptura de la zona de 9,90 - 10 provocaría una mejora sustancial para Telefónica.
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