El gráfico de Sacyr es un fiel reflejo de las sensaciones agridulces del estreno de la bolsa española en 2015. A priori se daban todos los ingredientes para una subida de importancia, el bono a 10 años por debajo del 1,5 % por primera vez, la primera de riesgo en menos de 100, Draghi dando esperanzas a los inversores de una pronta QE y la pauta estacional de primer día de mes que suele ser alcista, y más en la primera sesión del año.
Pero la realidad...
es que tanto el Ibex como Sacyr comenzaban la sesión bursátil con fuertes subidas para desinflarse al cierre. Lógicas subidas, muy fuertes en el caso de la concesionaria, pero coleccionando en ambos casos sendas velas negras que no le sirven al Ibex para romper el rango lateral entre 10.000 y 10.500 puntos en que lleva instalado 2 o 3 semanas y tampoco a Sacyr para batir el límite superior del triángulo en que viene moviéndose desde octubre.
Quizá el lunes con más operadores en el parquet se clarificará una situación que ahora mismo es de incertidumbre, las elecciones griegas y la posibilidad de que el partido de izquierdas Siryza pueda hacerse con el poder en Grecia pone la nota discordante, de lo contrario creo que el mercado hubiera comenzado el año con más ímpetu.
En la parte inferior el gráfico del Ibex 35, que tiene soporte en 10.000 puntos y resistencia en 10.500 con hueco bajista abierto en la zona de 10.800 y alcista en 10.150, para completar las sensaciones de lateralidad eterna, vemos como por abajo los 9.650 son la referencia y los 11.200 por arriba, un rango lateral que ya dura más de un año.
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