Si algo tengo más claro después de los acontecimientos de los últimos días es que ojala España no deba pedir un rescate a sus socios europeos, aunque hablar de socios puede no ser demasiado exacto, quizá asociados en una tentativa de proyecto común llamada Unión Europea cuyo proyecto hace aguas un día sí y otro también; personalmente creo que el Euro es una buena idea pero no apostaría a ciegas a que sobrevivirá esta crisis, esperemos que sí, pero lo de hoy es suficiente para adoptar el pesimismo como religión.
Resulta que ayer Chipre era la excepción que confirmaba la regla...
hoy a mediodía el presidente del Eurogrupo ha dicho que lo de Chipre no era la excepción sino la regla y pocas horas después se ha desmentido que la reglar fuera la regla y la excepción la excepción ¿vaya galimatías verdad? Pues imaginaros lo que pueden pensar los inversores extranjeros que tengan más de 100.000 euros en un banco español, si fuerais ellos ¿de verdad los dejaríais ahí? Probablemente el único lugar en que hoy en día está seguro un capital en Europa es debajo del colchón, aunque si son euros tampoco seria cuestión de poner la mano en el fuego.
En realidad la Eurozona ha vivido en el pasado momentos y situaciones peores, pero la cadena de despropósitos de lo ocurrido en Chipre no tiene nombre, es suficiente con vivir la peor crisis en décadas como para que encima un día sí y otro también políticos con sueldos millonarios nos pongan el miedo en el cuerpo.
Os he adornado la parte superior de la entrada con el gráfico del Ibex 35 que esperemos rebote mañana tras el desmentido a las palabras del presidente del Eurogrupo Dijsselbloem que al parecer o no dijo lo que se ha interpretado o se expreso mal, o muy probablemente ha metido la pata hasta el fondo y para salir del atolladero donde dijo "digo" ahora dice "Diego" (nunca he entendido porque se empeñan en arrojar mensajes contradictorios para no decir más que mentiras.) Bien, hablábamos del Ibex y creo que podemos decir sin temor a equivocarnos que se ha ido al traste el rango lateral superior y volvemos al principal delimitado por el soporte de 7.900 puntos y la resistencia de 8.700 aproximadamente, aunque son tan numerosas y en tan diferentes plazos las resistencias entre 8.650 y 9.000 que resulta extremadamente complejo determinar un nivel clave o un punto de ruptura a partir del cual el Ibex dejara de estar lateral, aunque ahora mismo ese es el menor de nuestros problemas pues no me extrañaría que en las próximas sesiones testeáramos el límite inferior; esperemos que no y estos días semifestivos permitan al Ibex recuperarse de una parte de las perdidas, aunque hay que ser conscientes de que el sector bancario ha quedado muy tocado.
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