Difícil analizar, incluso técnicamente, lo sucedido ayer en el mercado; quizá el mejor resumen seria señalar que la tendencia bajista sigue dominando cómodamente los mercados y que los inversores siguen fijándose mas en las incertidumbres que en los avances, aunque, como todo en la vida, las cosas tienen una doble perspectiva y como no podía ser de otra forma el rescate bancario español (por llamarlo de alguna forma) de 100.000 millones de euros...
tiene luces y sombras. Las luces la posible resolución de un problema absolutamente enquistado y las sombras la constatación de que el problema era infinitamente mayor de lo que querían hacernos creer.
Y en este mercado tan cambiante, ayer la algarabía por el rescate bancario duro muy poco, sobre todo cuando se constató lo poco que se sabía sobre el rescate, de donde saldrá el dinero, a qué tipo de interés y cuando deberemos devolverlo son preguntas sin respuesta en un alarde más de la imprevisión del Eurogrupo que no tiene un plan establecido y que simplemente va reaccionando cuando los problemas son lo suficientemente grandes para ser capaces de tumbar por si solos al mercado. Por supuesto también influyó la siguiente incertidumbre de la lista, las elecciones griegas del fin de semana, según sea el resultado Grecia podría salir del Euro en cuyo caso la situación podría tornarse muy negra, y por supuesto España y el resto de países que ayudaron a Grecia económicamente podrían irse despidiendo del dinero prestado, es lo que pasa cuando no hay un plan preestablecido y cuando gobierna el desgobierno, las cosas nunca salen como se desea.
Y en estas vimos ayer un mercado que sobre reaccionó inicialmente al rescate bancario y que posteriormente se dio la vuelta violentamente en mi opinión exagerando también el movimiento contrario; por cierto mucho ojo con esos bancos que se han apresurado a señalar que no necesitan ayuda, como por ejemplo el Popular, que como hemos vivido últimamente con preferentes y similares, estos banqueros de pacotilla nunca mantienen la palabra dada, vamos, que podrían entrar en el mismo saco que los políticos.
Por último recomendaros que os fijéis en los gráficos de Popular, Bankinter y CaixaBank donde se aprecia la magnitud de las velas negras que dejaron todos los valores del sector bancario en el día de ayer.
