Realidades del sector bancario español

Probablemente sorprenda la caída de ayer del Ibex y en particular de su sectorial bancario por los problemas de una única entidad, Bankia, que ante las dificultades de seguir su singladura en solitario será nacionalizada por el estado. Realmente el problema no es Bankia, simplemente Bankia es la constatación de que las dificultades de la banca española son mucho mayores de lo que llevan...

queriéndonos hacer creer desde que comenzó la crisis, en particular los problemas de la banca domestica, es decir todos los bancos españoles excepto BBVA y Santander que están bastante internacionalizados, siguen siendo graves por mucho que traten de confundirnos con Basileas y otras milongas.
La realidad es que gran parte de los inmuebles de nuestro país sin vender siguen en el balance de los bancos, lo mismo vale para los terrenos que pueden haber perdido un 75 - 90 % de su valor que o bien son propiedad de nuestras entidades bancarias o bien de promotores a los que los bancos (quienes sino) les han financiado y en muchos casos prorrogado los plazos para de pago para no tener que ponerlos en la cartera de incobrables. Aquí tenéis la justificación a las caídas en bolsa de los bancos medianos de nuestro país y de las cajas bancarizadas, luego habrá entidades con mejor y peor salud, pero lo cierto es que están lejos de estar saneadas, los bancos deben ser bancos y ahora mismo son sobre todo grandes inmobiliarias.
No trato de alarmar a nadie con lo dicho hasta aquí, desconozco si habrá mas intervenciones, es posible que no y probable que la mayoría de entidades que cotizan en bolsa puedan salir adelante, aunque va a tocarles seguir sufriendo, no será sencillo que logren sacar de su balance el ladrillo y si el gobierno toma medidas hará bien en no regalarles nada, porque de lo contrario la opinión publica se les echara encima, y con razón.
Un primer paso en el saneamiento del sistema bancario español seria decir, por una vez y sin que sirva de precedente, la verdad, cuanto ladrillo tiene cada entidad, cuanto en pisos, cuanto en terrenos, cuanto en créditos a promotoras de dudoso cobro y cuanto en hipotecas de clientes en dificultades, a partir de ahí con una cuantas reglas de tres podríamos valorar la magnitud del problema, se quita un 40 % de valor a los inmuebles, un 80 % a los terrenos y un porcentaje del 50 % también a promociones e hipotecas ¿Por qué no se hace esto? Es sencillo, se comprobaría que ese Core Capital que los bancos dicen tener en el 9 % es una absoluta falacia y que el sistema bancario español necesita todavía ingentes cantidades de capital a medio plazo.
Qué ventajas tiene para los bancos no realizar ahora el saneamiento y no admitir la realidad, la principal él no necesitar captar más capital ahora, alargar los plazos, ganar tiempo y esperar que mejore la situación sacando a relucir unos resultados más falsos que una moneda de 6 pesetas. El inconveniente es para nuestro país, los bancos no dan un crédito ni a la de tres, y si lo dan es para vender un piso de los suyos ya que de no cobrarlo simplemente lo que ocurriría es que el piso volvería a su balance, esas hipotecas si pueden darlas porque no pierden nada.
Y que pasa ahora con los accionistas de Bankia, bueno, pues por ahora el estado convierte en acciones los 4.500 millones de euros que inyectó, dado que Bankia capitaliza una cifra similar el efecto dilución será sin duda importante, aun no sabemos a qué precio entrará el estado pero lo cierto es que Bankia tendrá alrededor del doble de acciones y de los beneficios futuros a los accionistas les tocarán la mitad. Otra consecuencia lógica será el no reparto de dividendos en los próximos años, no tendría sentido tras la inyección de dinero público, sin descartar que si el estado tiene que aportar más dinero lo convierta también en capital incrementándose el efecto dilución para el accionista de Bankia.
Obviamente tenemos ahora una nueva constatación de que se ha mentido por activa y por pasiva para que los inversores particulares compraran acciones de las cajas bancarizadas, sobre todo de entidades con problemas como Banca Cívica y Bankia; no cabe darles la culpa a los empleados bancarios que son meros comerciales obligados a vender lo que les digan sus jefes, cada día mas quienes trabajan en bancos y cajas tienen unas nociones menores de economía y mayores dotes de relaciones públicas, algo lógico en estos tiempos oscuros en que de lo único de que se trata es de vender al cliente los productos que le interesan a la entidad. Eso sí, si alguien sigue pensando que el director de su sucursal es su amigo "que se lo haga mirar..."